La placita Franz Lidtz es facilmente identificable gracias a iglesia ligeramente feita y al continuo klaxonazo y humo de escape de camion.
Fuero de estos obvios encantos, sus panaderias producen aquel delicioso fruto de dioses conocido como kouign amann.
Esta exquisitez esta compuesta de mantequilla y azucar a profusion, y mas de una arteria ha sido tapada por sus artes.
En la bella plaza Franz Lidtz, el graffiti tambien hace de las suyas, y para muestra, aqui pongo foto.
Viva el olor a smog y mantequilla!
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