Todos los dias de nuestra bella semana laboral, me toca ver hordas de chamacos que llegan a Paris.
Cerca de mi trabajo hay muchos hoteles que a diario se llenan de mocosos (usualmente ingleses, alemanes, espagnoles, americanos o franceses de provincia) que vienen a ligarse entre ellos (chavita ebria = chavita de elevada acostabilidad) y a deslumbrar con los tarros de gel que se embarran en complicados peinados de naco.
En repetidas ocasiones me toca confrontar masas de chamaquitos turisteando que caminan lentisimo y bloquean las entradas del metro.
En la foto tienen un ejemplo menor, no se trata de adolescentes, sino de infantes, desembarcando de lujoso autobus en plena puerta de Saint Martin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario