Alambrito pelado y mareo decibelitico.

Hace bien poco, Late of the Pier toco sus instrumentitos en La Maroquinerie, mitica mini sala de conciertos propensa al incendio y tragedia.
Sobra decir que tocaron instrumentos muy bien y mucha emocion se apodero de la adolescentil audiencia. La edad media del espectador no pasaba de los 18 agnos. Una vez mas, me distingui por mi vejez y decadencia.
El principio del concierto fue dificil, los roadies la regaron y conectaron mal los alambritos y apachurraron botones que no debian; pero despues de unos golpes con tubo oxidado hasta escurrir sangre, repararon sus errores.
El recuento de los dagnos en mi senil persona se hizo sentir al dia siguiente. Los altos decibeles me ocasionaron un vomito y mareo.
Decenas de doctores discuten mi caso y provocan una orgia de encefalograma y test auditivo.
Una demanda millonaria se aproxima!